Hoy en día no es rara la visita al dentista con una consulta que se repite continuamente; ‘’A veces me sangran las encías, ¿eso es normal?’’.. Pero, nuestros pacientes deben formularse las siguientes preguntas..¿alguna vez le han sangrado las encías? ¿le sangran al cepillarse? ¿al dar un bocado a una manzana? ¿al despertar por la noche? ¿alguien en su familia tuvo antecedentes de problemas en la encía o mucha pérdida de dientes?..

 

La encía realiza una función de sellado, protegiendo a nuestro organismo de agresiones bacterianas, físicas y químicas. En condiciones de salud, la encía se adapta a los dientes y su color es rosa coral, con una textura superficial similar a la piel de naranja y no sangra.

La manifestación más clara de inflamación de la encía es el sangrado. Este es el signo más precoz de detección de enfermedad gingival (Gingivitis).

 

 

ENCÍA SANA                                                                GINGIVITIS

 

                      

 

 

 

La periodoncia es la rama de disciplina de la odontología que estudia los tejidos de soporte del diente (encía y hueso). Y el periodoncista, el dentista especialista encargado de ello.

 

De nada sirve tener unos dientes aparentemente en perfecto estado si los tejidos de soporte no están sanos y estables, al igual que de nada serviría tener una casa de lujo construida en arenas movedizas.

 

8 de cada 10 personas mayores de 35 años tienen algún problema en sus encías. Las enfermedades periodontales son de las más comunes en el ser humano. Sin embargo, son de las menos conocidas.

En España, según la Encuesta Nacional de Salud, entre el 85-90% de la población padece estas patologías en algún grado, principalmente gingivitis (inflamación de la encía). La manifestación más destructiva de ésta o también llamada periodontitis (comúnmente llamada piorrea) afecta al 30-38% de los adultos mayores de 35 años. El sangrado será visto en ambas situaciones pero la diferencia entre ambas requerirá la valoración por parte del especialista.

 

¿CÓMO SABER SI MI ENCÍA ESTA ENFERMA?

 

Una de las características principales y más peligrosas de la aparición y progresión de la enfermedad periodontal es que ,salvo en contadas ocasiones, cursa sin dolor. Ciertos cuadros orales de dolor agudo como la erupción de una muela del juicio o una caries profunda son fáciles de reconocer por el paciente ya que una vez tratados, desaparece la molestia. Sin embargo, en el caso de las enfermedades periodontales, el proceso avanza sigilosamente y en la mayoría de los casos se diagnostica tarde. Por este motivo es de suma importancia que sea diagnosticado tempranamente el problema, ya que una gingivitis tratada a tiempo puede revertirse, pero en caso contrario, el problema evoluciona siendo irreversible y crónico y con la posible pérdida dental y ósea, en un periodo variable de tiempo.

 

La causa principal es la placa bacteriana. La placa bacteriana está compuesta en un 70-80% por bacterias propias de la cavidad oral y un 20-30% por restos de alimentos, componentes del metabolismo de estas bacterias, restos de células de la mucosa oral y componentes de la saliva.

Sin embargo, las bacterias no afectan por igual a todos los individuos, no siendo todas las personas susceptibles a desarrollar la enfermedad. Todo esto también dependerá de una serie de factores:  genéticos (que heredamos) y ambientales (hábitos del paciente). La malposición dentaria, el estrés y el tabaco (un paciente fumador tiene 6 veces más posibilidades de desarrollar problemas periodontales), son otros de los factores de riesgo para el desarrollo y/o la evolución de la enfermedad.

 

Contrario a la creencia habitual, las enfermedades periodontales no son más frecuentes en las mujeres, sino que cambios hormonales como los que se dan en mujeres adolescentes,  los embarazos o la menopausia pueden acentuar los síntomas o pueden producir alteraciones temporales, requiriendo un tratamiento especializado.

En el caso de las mujeres embarazadas es importante que lleven un control desde el primer trimestre del embarazo, debido a que por su estado se da en su organismo una elevada influencia hormonal que puede alterar sus encías.  El mal control de la enfermedad periodontal en embarazadas se asocia, además, a un mayor riesgo de parto prematuro en el 18% de las embarazadas.

 

El edentulismo (pérdida de dientes) es una de las consecuencias de esta enfermedad, a medida que avanza el problema y no se trata la enfermedad. Las consecuencias de perder dientes no sólo son funcionales, impidiéndonos masticar bien, sino también estéticas, sociales y psicológicas para las personas que la padecen.

 

Otro de los problemas asociados a estos cuadros más comunes en las consultas es la halitosis o mal aliento. Ésta es derivada de las sustancias liberadas por las bacterias o del pus acumulado en zonas localizadas de la encía.

 

En España, el porcentaje de desdentados parciales es del 52% a los 40 años y el de desdentados totales ( pérdida de todos los dientes) es del 41% a los 60 años de edad. El coste económico de la reposición de los dientes perdidos representa un coste difícil de asumir para muchas economías particulares, lo que origina un problema importante de accesibilidad a un derecho tan fundamental como el de la salud.

 

DETECCIÓN DEL PROBLEMA

 

Acude al especialista ante la presencia de sangrado, por leve que sea, tanto si es  espontáneo, como si lo es por cepillado. La aparición de pus en la encía, mal sabor o mal olor de boca, enrojecimiento, retracción de la encía, cambio de posición de los dientes, sensibilidad térmica, dolor e incluso movilidad de los dientes son signos que requieren un tratamiento inmediato.

 

PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD

 

La buena higiene y las visitas regulares a la consulta  ayudarán a identificar los casos en estadíos tempranos evitando la evolución de la enfermedad o deteniéndola a tiempo. La higiene es el pilar más importante pero no el único. Asimismo, se reducirá de forma significativa la aparición de nuevas caries por detección de caries incipiente.

 

Estudios recientes  demuestran que, puesto que es una enfermedad bacteriana, se produce contagio entre parejas estables e hijos, siendo el vehículo de transmisión la saliva. La forma de evitar el contagio es llevar un buen control e higiene dental junto con revisiones periódicas por parte del periodoncista.

 

Además, hoy conocemos la relación directa entre algunas patologías a nivel sistémico (como las enfermedades cardiovasculares y diabetes) con la enfermedad periodontal. Debido al estado de  inflamación crónico de la encía y otros factores, un paciente con problemas periodontales tiene más riesgo de desarrollar estas patologías y viceversa, y en el caso de que ya las padezcan, de que se agraven.

 

La enfermedad gingival también se puede manifestar en forma de recesión, es decir una retracción de la encía de los dientes, dejando expuesta la raíz de los mismos. En zonas anteriores donde la pérdida de encía o hueso sea muy evidente y tenga un efecto estético no deseado, pueden realizarse correcciones estéticas para subsanar las  alteraciones en la calidad y cantidad de encía.

 

 

ANTES                                                              DESPUÉS

 

 

 

 

En nuestra clínica dental, Alberto Fernández & Ayora, contamos con un área de periodoncia para  prevención y detección de éstas enfermedades, estudio, mantenimiento y seguimiento de los pacientes, para posteriormente, rehabilitar sus situaciones orales si así se requiere, dependiendo del caso, la pérdida ósea y la demanda de exigencia estética del paciente.